18 noviembre, 2015
Constanza Venegas (16) y su hermana Geraldine Venegas (23) estudiaron en el mismo colegio, el Padre Pedro Arrupe, de Quilicura. También la misma especialidad: Administración de Empresas. Y, además, las dos participaron, con siete años de diferencia, en el mismo programa: Semana Empresa. Geraldine fue la primera generación del colegio; Constanza, la más reciente.Semana Empresa […]
Constanza Venegas (16) y su hermana Geraldine Venegas (23) estudiaron en el mismo colegio, el Padre Pedro Arrupe, de Quilicura. También la misma especialidad: Administración de Empresas. Y, además, las dos participaron, con siete años de diferencia, en el mismo programa: Semana Empresa. Geraldine fue la primera generación del colegio; Constanza, la más reciente.
Semana Empresa es un programa de pasantías de Fundación Itaú, en el que estudiantes de tercero medio en colegios técnicos asisten, por dos semanas, a alguna empresa vinculada al rubro de su especialidad. Les acogen trabajadores y trabajadoras, que se convierten en tutores o tutoras. Por ejemplo, Geraldine trabajó en el área de análisis de fraude, en la sucursal de Apoquindo del Banco Itaú. Y Constanza, en una sucursal de Huechuraba, con Roxana Martínez como tutora.
“Al concurrir a la empresa a trabajar, el enriquecimiento no es tanto técnico, lo que encuentran es un vínculo”, asegura Manuel Arredondo, Rector del colegio Padre Pedro Arrupe. Ese vínculo entre estudiante y tutor es clave como primer acercamiento al mundo laboral. Constanza recuerda la ansiedad que sentía días antes de su Semana Empresa: “Me daba miedo que me dijeran que hiciera algo y no saber hacerlo”.
Esa angustia bajó cuando Constanza se encontró con Roxana. Su tutora la acogió, como par: le mostró cuál sería su puesto de trabajo y la ayudó, con paciencia, a resolver sus dudas. Para la tutora –contadora con ocho años en Banco Itaú– lo más relevante de la experiencia fue “darle lecciones de vida” a Constanza: “ella pudo ver que si una persona se esfuerza puede llegar a trabajar a un banco. Eso la incentiva a estudiar”.
Continuidad de estudios
Aunque uno de los objetivos de Semana Empresa es reforzar la relación escuela-empresa, en el colegio Padre Pedro Arrupe adecuaron el programa a su proyecto educativo, que según el Rector Manuel Arredondo, busca que “el cartón de cuarto medio les sirva a los niños para trabajar y estudiar, para proyectarse en la educación superior”. Es decir: prosecución de estudios. Según el rector, en 2014 el 80% de su matrícula continuó en la educación superior.
En el Padre Pedro Arrupe, Semana Empresa además les ha permitido confirmar vocaciones y potenciar habilidades. Geraldine, por ejemplo, recuerda que en su primer día hacia el Banco, viajó de Quilicura a Apoquindo y se perdió. Sin embargo, enfrentó el problema. Esas vivencias la ayudaron a desenvolverse mejor luego de terminar el colegio, tanto en el mundo laboral como académico.
«La educación técnica en Chile tiene un potencial escondido que vale la pena relevar. Este acercamiento temprano y apertura a la sociedad -por intermedio del trabajo- elevan las expectativas de la juventud sobre lo que pueden llegar a ser desde sus gustos, talentos e intereses», señala Patricio Carrasco, investigador de Política Educativa de Educación 2020.
Talleres de preparación
En años recientes, estudiantes demandaron más preparación para vivir la experiencia. En 2015 esa necesidad se abordó. “Es una innovación para incorporar el desarrollo de habilidades en los establecimientos técnico profesionales. Impartimos talleres a estudiantes antes de Semana Empresa, con pedagogía del teatro, y después de Semana Empresa, para profesores, para ayudarles a incorporar el desarrollo de habilidades en sus contextos educativos”, explica Andrea Cerda, asesora educativa del Centro de Liderazgo Educativo de Educación 2020.
“Educación 2020 nos dio un espaldarazo con el taller. Yo participé en todos. Se notó el cambio de los chicos, en el incremento de confianza y autoestima. Eso, después de Semana Empresa, lo reforzamos día a día en clases, proyectando el desarrollo de habilidades”, añade Alonso Barrientos, profesor de la especialidad de Administración.
Geraldine Venegas vivenció Semana Empresa en 2009. Desde entonces, también lo han vivido 50 jóvenes de su colegio, incluida su hermana menor. “En mi tiempo era una semana, ahora son dos. Lo de los talleres es el complemento que faltaba. También escuché que llegó a Valparaíso, eso es genial porque Santiago no es Chile”, dice, reconociendo los avances del programa en estos siete años.
Geraldine fue tan bien evaluada, que después hizo la práctica en el banco e incluso le ofrecieron trabajar allí tiempo completo, pero rechazó la oferta: prefirió buscar algo part-time y entrar a la universidad. Ahora se titulará de Ingeniera en Prevención de Riesgos. Ese cambio influyó en Constanza, que ante la pregunta ¿por qué estudias en un liceo técnico? Responde con convicción: “Es mejor estudiar una carrera técnica que no tener nada, porque así puedo trabajar en ella al salir del colegio mientras pago mis estudios en la universidad”.
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