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Para un nuevo Chile: Cinco prioridades en #Educación de cara al futuro gobierno

Educación 2020

17 diciembre, 2021

Este 19 de diciembre no sólo está en juego la elección de uno u otro candidato, sino que dos modelos distintos de país. Desde Educación 2020 tenemos la convicción de que un nuevo y mejor Chile es posible, y en ello la educación tiene un rol clave para asegurar el desarrollo humano sostenible, el fortalecimiento [...]


Este 19 de diciembre no sólo está en juego la elección de uno u otro candidato, sino que dos modelos distintos de país. Desde Educación 2020 tenemos la convicción de que un nuevo y mejor Chile es posible, y en ello la educación tiene un rol clave para asegurar el desarrollo humano sostenible, el fortalecimiento de la democracia y la mejora del bienestar presente y futuro de la población. 

Por eso, en noviembre, antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales presentamos lo que consideramos como las 5 prioridades y 10 desafíos para el próximo gobierno en materia educacional. En ese marco, entregamos a la ciudadanía un análisis de los programas de gobierno en educación, y un resumen de nuestras propuestas

En vista de lo anterior, creemos que es hora de avanzar más decididamente en políticas públicas que impacten las experiencias de aprendizaje de las y los estudiantes, por eso, aquí presentamos nuestro Policy Brief: Nueva Educación para un nuevo Chile: Cinco prioridades para el nuevo gobierno (2022-2026), para que en los próximos cuatros años se generen condiciones que promuevan el fortalecimiento de capacidades e innovación al interior del sistema educativo, para que todas y todos los niños puedan aprender.

Este documento es el fruto de la revisión de la hoja de ruta que le propusimos al país en la elección presidencial del 2017 –30 prioridades para el 2030– y de la profundización y análisis a la luz de los eventos que han ido marcando nuestra sociedad y sistema educativo durante los últimos cuatro años. Para cada una de las cinco prioridades que identificamos, se describe por qué son áreas relevantes a abordar desde la política educativa, los avances experimentados los últimos años, y los principales desafíos que se desprenden de dichos avances para el futuro gobierno.

“Sabemos que quien gobierne los próximos años enfrentará múltiples desafíos derivados de la compleja situación sanitaria y económica que el país y el mundo entero siguen atravesando. Pero no hay que perder de vista el valor que tiene la educación para seguir avanzando como país hacia una mayor justicia social y bienestar de todas las personas. Atender los desafíos que deja la pandemia, avanzar hacia una mayor confianza y profesionalización de las escuelas, fortalecer la implementación de la Nueva Educación Pública, y políticas que potencien la educación en primera infancia y la formación técnico profesional, nos parecen que son los desafíos centrales de los próximos años”, destacó Javiera Martínez, coordinadora de políticas públicas de Educación 2020. 

¿Cuáles son las cinco prioridades que proponemos al futuro gobierno? 

1. De un sistema basado en la competencia a la colaboración

Es urgente avanzar  de un sistema basado en la competencia, la desconfianza y el castigo a uno basado en la colaboración, la confianza y la profesionalización para el aprendizaje de tod@s. Este es un cambio demandado por las comunidades educativas, por el mundo académico y social, y con el que se  busca eliminar los negativos impactos que ha tenido un sistema basado en principios de mercado por sobre principios pedagógicos y educativos. 

Desafío 1: Potenciar la innovación para recuperar aprendizajes y reducir las brechas amplificadas por la pandemia, promoviendo experiencias formativas integrales. 

Desafío 2: Eliminar el cierre de escuelas como consecuencia de la evaluación en el sistema de aseguramiento de la calidad, reducir la carga de evaluaciones estandarizadas, y reorganizar el currículum para promover el desarrollo de capacidades. 

Desafío 3: Nuevo sistema de financiamiento para el sistema escolar con aporte basal, que entregue mayor estabilidad al funcionamiento de las escuelas y que no dependa exclusivamente de la asistencia y matrícula, sino que incorpore también otros factores relevantes, como ubicación de la escuela, modalidad de enseñanza, entre otros. 

2. Educación inicial: mejorar cobertura, flexibilidad y calidad

A nivel internacional, existe consenso de la relevancia que tiene la educación parvularia por su impacto en el desarrollo cognitivo, motor y social, en el bienestar de niños y niñas y por representar una ventana de oportunidad tanto para el desarrollo infantil como para el desarrollo del aprendizaje en el futuro. Pero la educación inicial no sólo es importante por su aporte al desarrollo y bienestar de niños y niñas, sino también porque contribuye a una mayor justicia social, lo que es tremendamente relevante en países con altos niveles de desigualdad como es el caso de Chile. 

Desafío 4: Un nuevo gobierno debe avanzar decididamente en el desafío de aumentar la oferta de modalidades alternativas más flexibles que las tradicionales, que se ajusten a las necesidades de las distintas familias e incorporen su participación, fortaleciendo su confianza en el sistema educativo

Desafío 5: Potenciar la educación parvularia, deteniendo la escolarización en este nivel y fortaleciendo la formación y valoración de sus profesionales y técnicos. 

3. Nueva Educación Pública como política de Estado

El nuevo sistema de educación pública es una de las más importantes reformas del sistema educativo chileno de los últimos 30 años. Es fundamental que un futuro gobierno tenga un compromiso real con la NEP, como política de Estado para terminar con el debilitamiento sistemático de la educación pública acarreado por la  municipalización. Pese a que este cambio no está exento de complejidades, las recomendaciones del Consejo de Evaluación de esta política son seguir avanzando en el proceso abordando decididamente los nudos críticos que se han detectado.

Desafío 6. Garantizar todos los apoyos y recursos necesarios para la nueva etapa de implementación del Sistema de Educación Pública y avanzar en el fortalecimiento de capacidades de los equipos de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP), especialmente en los procesos pedagógicos y trabajo en red, en estrecho vínculo con las necesidades y características de los territorios.  

Desafío 7. Fortalecer los nuevos niveles intermedios: Servicios Locales de Educación (SLEP) como pieza clave de la reforma. 

4. Nueva institucionalidad y mayor equidad en la Educación TP

Los sistemas de educación vocacional o técnica en el mundo representan una de las vías más relevantes para promover trayectorias formativo-laborales que aporten al desarrollo de competencias que mejoran el desempeño de la economía y la empleabilidad, y a la vez una ruta de movilidad social para los grupos socialmente más desfavorecidos. 

Desafío 8. Nueva institucionalidad y un modelo de calidad pertinente con la educación TP, para la articulación del sistema y el fortalecimiento de capacidades de sus protagonistas. 

Desafío 9. Equidad de género en la educación TP y más estudiantes mujeres en áreas STEM. En Chile la matrícula femenina en la formación TP se concentra fuertemente en especialidades de administración y servicios sociales, áreas de poco reconocimiento en el mercado laboral y de bajos salarios. Asimismo, la presencia de mujeres en áreas como Metalmecánica o Electricidad, -que cuentan con mayor empleabilidad y expectativas salariales- es significativamente más baja. Este es un ámbito que debe ser abordado de modo transversal si queremos avanzar en calidad y equidad de la formación TP en el país. 

5. La urgencia de una carrera directiva

En los próximos años resultará imperativo avanzar hacia una carrera directiva que favorezca las trayectorias profesionales. Un sistema que contemple formación continua de calidad y pertinente a cada etapa de desarrollo, que entregue mayores niveles de autonomía en la toma de decisiones de gestión, y mejoras salariales que reflejen las responsabilidades y exigencias que demandan los cargos. 

Desafío 10. Priorizar el liderazgo directivo a través de un sistema de desarrollo profesional directivo en etapas, con mayor foco en su rol pedagógico, formación específica e incentivos salariales. Nuestro país ha avanzado en definiciones y sistemas de apoyo para el desarrollo profesional docente, pero tenemos una deuda pendiente con directivos. Necesitamos promover el fortalecimiento de su liderazgo, a través de un sistema de desarrollo profesional directivo en etapas, con mayor foco en su rol pedagógico, formación específica e incentivos salariales. 

Como Educación 2020 creemos que el próximo gobierno deberá atender, por lo menos, a estas cinco prioridades y 10 desafíos. Porque un nuevo Chile sólo será posible con una nueva educación ¡Nos vemos en las urnas! 

Para revisar el documento completo con la fundamentación de cada una de las prioridades y desafíos, pincha aquí

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