19 noviembre, 2015
Inicia es un grupo de evaluaciones, que mide competencias de conocimiento pedagógico y disciplinar de los futuros educadores y educadoras de Chile. Esta evaluación se rinde de manera voluntaria, por lo tanto, sus resultados representan solo a quienes participan de la medición y no al conjunto del futuro profesorado. Su objetivo, según el Mineduc, es […]
Inicia es un grupo de evaluaciones, que mide competencias de conocimiento pedagógico y disciplinar de los futuros educadores y educadoras de Chile. Esta evaluación se rinde de manera voluntaria, por lo tanto, sus resultados representan solo a quienes participan de la medición y no al conjunto del futuro profesorado. Su objetivo, según el Mineduc, es insumar a las instituciones que imparten la pedagogía para mejorar sus procesos de formación docente.
La última versión de Inicia corresponde a la evaluación aplicada en diciembre de 2014, en la que participaron 2.707 egresados –de la promoción 2013 y 2014–, es decir, sólo un 9.18% del total. De los cuales el 26% correspondió a hombres y el 74% a mujeres, respondiendo a la misma distribución por género que posee el profesorado en ejercicio.
En la entrega de resultados de Inicia 2014, el Ministerio destacó algunas conclusiones:
– En general, menos de un tercio de los egresados que rindieron la evaluación alcanza niveles de logro superiores al 75% de respuestas correctas.
– La mayor parte de los egresados obtiene rendimientos entre el 50% y el 74% de logro de respuestas correctas.
– A excepción de algunas disciplinas, los niveles de logro alcanzados son similares en las preguntas de las pruebas que refieren a conocimiento disciplinar y aquellas que refieren a la didáctica de las disciplinas.
Sobre estos puntos, en Educación 2020 destacamos positivamente el tercero, que indica que las y los egresados que participaron en la evaluación poseen conocimientos específicos sobre su área y que además saben cómo enseñarlos. Dos aspectos inseparables para ejercer idóneamente la pedagogía.
Respecto del rendimiento de logro de respuestas correctas, el rango entregado es demasiado amplio (50% al 74%) y no permite desprender información más desagregada sobre el rendimiento de estos egresados y egresadas, lo que impide análisis más profundos.
Sobre el tercio que logra sobre el 75% superior de desempeño: este grupo es autoseleccionado y voluntario, por tanto, suponemos que son jóvenes con ánimo y disposición para responder a la evaluación. Aun así, que menos de un tercio de ellos logre resultados destacados nos parece preocupante.
Ese grupo de jóvenes sobresalientes, sin embargo, nos desafía a pensar modos para que esos alumnos y alumnas con mejores desempeños sean atraídos por establecimientos con alta vulnerabilidad.
Vinculación con instituciones de educación superior
A nivel general, la evaluación posee problemas metodológicos: es voluntaria, lo que genera sesgo de autoselección; la muestra es baja y por tanto poco representativa del universo de egresados y egresadas; la versión actual sufrió cambios respecto de la versión anterior, lo que impide análisis comparativos; y además, los gráficos se presentan de forma que no permiten desprender información fina. En resumen, tal como se exponen los resultados es difícil desprender mayores conclusiones.
El mayor insumo que Inicia otorga es la necesidad de construir herramientas más confiables para evaluar a los futuros profesores y profesoras. Efectivamente es necesaria una herramienta, la actual Inicia nos muestra algunos resultados preocupantes en los que es necesario ahondar, pero su alcance actual es limitado.
Por otro lado, destacamos que los resultados presentados se hayan vinculado con el actual proyecto de Sistema de Desarrollo Profesional Docente. En la presentación, el Mineduc repasó algunos ámbitos de mejora incluidos en la carrera docente, como incrementar los requisitos de ingreso a las carreras de pedagogía y aumentar las exigencias de calidad a las instituciones de educación superior, exigiéndoles acreditación, cuerpo académico de excelencia y vinculación con el medio, entre otros elementos.
Desde Educación 2020, subrayamos este último aspecto, relacionado con cómo asegurar que las universidades recojan los insumos que una prueba como Inicia puede entregar. El desafío, una vez más, es la regulación del sistema de educación superior.
La evaluación a futuros y futuras docentes debe ser un proceso de retroalimentación, a partir del cual las universidades puedan abordar las carencias y necesidades de sus estudiantes de pedagogía. La responsabilidad de esos resultados no debe leerse como algo individual, sino que deben establecerse procesos y mecanismos para que las instituciones de educación superior recojan y se apropien de la información de evaluaciones como Inicia.
Como país, necesitamos con urgencia conocer de qué manera se están formando nuestros futuros profesores y profesoras, cuyo ejercicio profesional tiene impacto directo en nuestros jóvenes, niños y niñas.
Descarga la presentación de resultados de la Evaluación Inicia 2014 aquí.
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