“Aprendizaje Basado en Proyectos: Recomendaciones para quienes acompañan su implementación”, es el nombre del documento publicado por Educación 2020 tras acompañar el desarrollo de esta innovación educativa durante los años 2020 y 2022 en dos escuelas municipales de la región, ambas con más de 90% de índice de vulnerabilidad, y que gracias a esta metodología lograron mejorar resultados académicos y la motivación escolar, pese a las dificultades que impuso la pandemia.
La experiencia en terreno en ambos establecimientos de las comunas de Lanco y Panguipulli, donde se implementó el ABP para que las y los estudiantes pudieran desarrollar proyectos para resolver problemáticas reales de su entorno, significó una apuesta por cambiar la forma tradicional de aprender y enseñar, en beneficio de los aprendizajes y de potenciar los vínculos entre las comunidades educativas.
Experiencia con más de 350 establecimientos
El análisis realizado al término de este proceso, que se suma al trabajo de la fundación con más de 350 establecimientos educativos a lo largo del país, evidencia que existe una estrecha relación entre las habilidades de liderazgo y las convicciones y creencias de docentes y directivos en torno a la innovación educativa. Estas, según se explica en el documento, son factores claves para implementar y sostener la innovación educativa, determinando el trabajo colaborativo que se logra entre profesores, e incidiendo en la mejora de la experiencia y resultados de aprendizaje de las y los estudiantes.
“A través de este proyecto y del análisis en profundidad de la implementación de nuestro modelo, confirmamos la importancia de hacer un acompañamiento integral para la innovación educativa, considerando distintos ámbitos para su desarrollo como lo es el liderazgo, la formación docente y el trabajo colaborativo con otros establecimientos. Así se va entretejiendo una red y desarrollando capacidades para el logro de un objetivo común centrado en la mejora de la experiencia de aprendizaje y sus resultados”, declaró Josefina Aurtenechea, jefa de proyecto de Educación 2020, quien acompañó a ambos establecimientos en el desarrollo de ABP, gracias al apoyo del Fondo Transforma Colunga-Hunneus.
Principales hallazgos
Los principales hallazgos demuestran una mejora sustantiva y notable en aspectos como la autoeficacia, mentalidad de crecimiento, rol del o la estudiante, y motivación, es decir, indicadores asociados al desarrollo de habilidades y psicoeducativos a nivel de las y los estudiantes.
La autoeficacia en situaciones como “Cuando no entiendo algo, lo averiguo por mis propios medios” aumentó de un 38% a un 63% luego de la implementación del ABP. Asimismo, subió de un 46% a un 77% la participación de las y los estudiantes en la toma de decisiones respecto a cómo hacer las actividades en ciertas asignaturas.
En cuanto al aspecto académico, los establecimientos presentaron progresos en resultados de aprendizaje para las asignaturas de Lenguaje y/o Matemática: en uno de ellos, por ejemplo, el porcentaje promedio de logro de objetivos en Lenguaje para los niveles evaluados (3º a 6º básico) pasó de un 35% a un 44% de un año a otro.
“Confirmamos que el ABP es un medio para la mejora de estas experiencias y resultados de aprendizaje; es un camino desafiante y exigente pero con logros concretos vinculados al aumento de motivación escolar, autoeficacia, rol del estudiante como protagonista, progreso en resultados académicos, entre otros. Esto refuerza nuestra convicción que el cambio tiene que ser hoy y que para la construcción de ese cambio, hay que acompañar a las comunidades educativas desde sus singularidades y necesidades”, destacó Josefina Aurtenechea.
Las claves y la importancia de innovar
Para avanzar a un sistema educativo que potencie las experiencias pedagógicas transformadoras, el estudio presenta cuatro claves para sostenedores y/o Servicios Locales de Educación a fin de implementar la innovación educativa de forma “exitosa”, en tres ámbitos relevantes: liderazgo, apoyo técnico pedagógico y redes de colaboración. Entre las claves destacan: resguardar espacios de trabajo colaborativo de forma institucional; explicitar y validar las resistencias que pongan las comunidades educativas, crear incentivos para la innovación: mayor autonomía y flexibilidad para la toma de decisiones; propiciar el liderazgo directivo; y el acompañamiento técnico permanente al equipo directivo y docente; entre otras.
Sobre la importancia de innovar, la jefa de proyectos de Educación 2020 señaló que “durante la pandemia se abrió un espacio para que las y los docentes pusieran en práctica metodologías educativas innovadoras que permitieron abordar el aprendizaje de una forma integral y dar respuesta a la contingencia, y hoy, cuando estamos enfrentando grandes desafíos en materia educativa, creemos que esto puede ser una oportunidad para incorporar la innovación como un camino para la reactivación de aprendizajes, el desarrollo de habilidades transversales para la vida y la recomposición de los vínculos al interior de las comunidades educativas”.
Como parte de la presentación y distribución del documento dirigido a sostenedores de establecimientos educativos y Servicios Locales de Educación, parte del equipo de Educación 2020 estuvo en el territorio para reunirse con el Seremi de Educación de Los Ríos, Juan Pablo Gerter, el Seremi de Gobierno, Juan Guerra, y el Jefe Deprov, Enrique Barrios, donde se abordó la sistematización de aprendizajes en nuestro rol de acompañamiento técnico pedagógico en diferentes escuelas de la región y el país.