23 noviembre, 2016
En un acompañamiento de Educación 2020 y Fundación Luksic, 255 estudiantes de siete liceos públicos de la Araucanía participaron en talleres de liderazgo. A través del diseño y ejecución de proyectos, vivieron la experiencia de identificar un sueño o necesidad de su entorno y luego propusieron soluciones. Esta metodología permitió que los jóvenes fueran protagonistas […]
En un acompañamiento de Educación 2020 y Fundación Luksic, 255 estudiantes de siete liceos públicos de la Araucanía participaron en talleres de liderazgo. A través del diseño y ejecución de proyectos, vivieron la experiencia de identificar un sueño o necesidad de su entorno y luego propusieron soluciones. Esta metodología permitió que los jóvenes fueran protagonistas de su propio aprendizaje y potenciaran su formación política.
Daniela Toledo, presidenta del centro de estudiantes del Complejo Educacional Claudio Arrau, de Carahue. En el taller de liderazgo, su colegio implementó el proyecto “Más patios, menos rejas”, para recuperar y embellecer un patio cerrado del liceo.
“Fue una formación valórica, donde desarrollamos la empatía de saber qué siente mi compañero y comprender que lo que a mí no me afecta, quizá, al resto sí. Entonces, ¿por qué quedarme ahí, si puedo ayudarlos?
En los talleres también sentí esas ganas de cambiar el mundo. Creo que si nos unimos, podemos cambiar lo que no nos gusta. Quizás Chile y los jóvenes están súper alejados de la política por el descontento que hay hacia los políticos y también porque nosotros no nos unimos y formamos los cambios que queremos.
Además de dar a conocer ideas, en el taller de liderazgo los chicos, como representantes, nos fuimos empoderando de lo que somos capaces. Se siente bonito que la gente apoye lo que tú quieres cambiar, te das cuenta de que vale y que no es solo tuyo, que ese sentimiento lo comparte tu compañero, tu profesor, el director, un asistente de educación. Todo eso se va uniendo y forma algo súper bonito que es el proyecto en sí, que se va pensando, que se va arreglando.
Un ejemplo de compromiso en el liceo fue el día de pintar el mural. Estábamos en paro y los chicos, sabiendo que ese día no había clases, igual fueron y pintaron. Primero hubo un objetivo y luego lo que se pensó estuvo plasmado.
Muchas veces tenemos sueños que pensamos que no se van a cumplir o no encontramos las herramientas para llevarlo a cabo. Por eso siento que es muy importante que instituciones interactúen con los centros estudiantes de los colegios más vulnerables del Estado. ¡Porque hace falta! Hacen falta espacios, hacen falta dinámicas, hacen falta no solamente todo lo científico, sino lo del lado sentimental. A veces el colegio te enseña matemáticas o lenguaje, pero no a ser buena persona. No te enseñan a mirar a tu compañero y comprenderlo, no te enseñan esas cosas que son esenciales.
En momentos en donde se comparte, no sólo uno una idea, sino que también expresar algo. Al final, toda desigualdad o todo descontento nace de una causa, porque carecemos de algo y ese descontento genera grandes cosas. A veces no es escuchado, pero las veces que sí, da resultado y se logran cosas súper bonitas y enriquecedoras”.
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