12 junio, 2017
Columna escrita por Ariel RamosDirector Ejecutivo de la macrozona sur de Educación 2020Publicada originalmente en El Austral de Temuco La Reforma Educacional es uno de los principales legados que dejará la segunda administración de la Presidenta Michelle Bachelet, por lo cual las expectativas en torno a sus avances y anuncios en la cuenta pública eran […]
Columna escrita por Ariel Ramos
Director Ejecutivo de la macrozona sur de Educación 2020
Publicada originalmente en El Austral de Temuco
La Reforma Educacional es uno de los principales legados que dejará la segunda administración de la Presidenta Michelle Bachelet, por lo cual las expectativas en torno a sus avances y anuncios en la cuenta pública eran altas.
En este sentido, como Educación 2020 valoramos los avances de la ley de inclusión, que ataca la segregación escandalosa que existe en las escuelas de La Araucanía y del país, así como la institucionalidad creada para educación inicial, la carrera docente y la gratuidad, que permite que hoy 23 mil familias de La Araucanía no tengan que endeudarse para costear la educación superior.
Otro de los importantes logros es la creación del CFT estatal, con sedes en Lautaro y Angol, que esperamos esté acorde a los requerimientos productivos locales y que promueva las trayectorias educativas de los jóvenes de esta Región.
Sin embargo, creemos que la gran ausente en la cuenta pública fue la innovación pedagógica. Hoy la mayoría de nuestros niños, niñas y jóvenes no están teniendo aprendizajes de calidad y nuestro sistema educativo continúa profundizando las brechas socioeconómicas, lo que se ve reflejado en mediciones como el Simce, donde las diferencias entre las escuelas más ricas y más pobres de la Región incluso superan los 100 puntos.
Esta preocupante realidad nos plantea tremendos desafíos como sociedad; es hora que los asumamos. En esta lógica, como Educación 2020 hemos elaborado un Plan Nacional, que es una alternativa de política pública que queremos proponer al país y donde nuestra experiencia en La Araucanía ha sido clave.
En esta propuesta planteamos la necesidad de innovar en las salas de clases. Es irrisorio pensar que sus estructuras no han cambiado en más de 100 años, a pesar de que en la sociedad el conocimiento se transforma constantemente. Nuestros estudiantes más vulnerables no aprenden, porque no hemos sido capaces de adecuarnos a sus necesidades, a sus ritmos, a sus particularidades.
Innovar es hoy una urgencia, no una opción, y en esto tenemos un camino recorrido en La Araucanía. Desde fines del 2015, y en conjunto con Fundación Luksic, hemos apoyado la implementación de la metodología de Redes de Tutoría en siete establecimientos de la zona costera, trabajo que este año ampliamos a otros siete liceos regionales.
Nuestro anhelo es que esta innovación educativa llegue a más estudiantes de la Región. Por esto invitamos a todos y todas a sumarse a este desafío, a partir del cual esperamos que esta transformación que iniciamos sea llevada a política pública nacional.
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