11 enero, 2017
Luego de la entrega de resultados de la última PSU, se inició un debate respecto de la efectividad del Ranking de Notas como mecanismo de inclusión y acceso a la educación superior. Para contribuir a una discusión informada, la Cátedra Unesco de Inclusión a la Educación Superior compartió un documento que aclara algunas puntos sobre el […]
Luego de la entrega de resultados de la última PSU, se inició un debate respecto de la efectividad del Ranking de Notas como mecanismo de inclusión y acceso a la educación superior. Para contribuir a una discusión informada, la Cátedra Unesco de Inclusión a la Educación Superior compartió un documento que aclara algunas puntos sobre el tema.
El texto se refiere, por ejemplo, a una noticia en la que se plantea que el Ranking de Notas no cumple su objetivo de ampliar la calidad y equidad del acceso a la educación superior. El artículo usaba el dato de que el ranking de notas de los colegios privados es de 610 puntos y de los municipales 560, apuntando la brecha: 65 puntos. Además, sugería que este mecanismo beneficia a estudiantes de los quintiles más ricos.
Según el análisis de la Cátedra Unesco, este artículo de prensa calculó el puntaje promedio por tipo de colegio (privado, subvencionado y público), mezclando a todos los alumnos y alumnas sin diferenciar su desempeño académico, tal como muestra el siguiente gráfico.
El objetivo del ranking de notas es permitir a quienes aprovecharon mejor las oportunidades académicas en su contexto, independientemente del tipo de colegio al que asistieron, que puedan acceder a la educación superior. Así, la Cátedra Unesco sugiere comparar a estudiantes según su desempeño, es decir, a quienes obtuvieron las notas más altas con otros que obtuvieron notas más altas. No por nivel socioeconómico o dependencia.
La barra azul del siguiente gráfico muestra que la brecha de ranking de notas va disminuyendo entre más se acerca a comparar a jóvenes que tienen las notas más altas. Es decir, entre estudiantes con mejor desempeño académico, sin importar el colegio en el que estudien, no existe brecha. Así, se premia el rendimiento y no el origen.
En cambio, las barras naranjas muestran la brecha de puntaje en la PSU de matemáticas del último proceso de admisión. Aquí, al contrario, refleja que entre más nos acercamos al grupo de estudiantes top más se abre la diferencia. La PSU, en este caso, beneficia a estudiantes según ingreso económico, no por rendimiento académico en su contexto.
En palabras de Patricio Carrasco, investigador de Política Educativa de Educación 2020: “el ranking de notas cumple su objetivo: favorece a todos los estudiantes que aprovechan al máximo las oportunidades de aprendizaje en sus contextos, independiente del tipo de establecimiento al cual asisten, porque los talentos están igualmente distribuidos en la sociedad”.
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