31 agosto, 2016
“Mi nombre es José Loyola Alvarado, tengo 27 años. Estudié administración de empresas en el liceo técnico Enrique Alvear, de Cerro Navia. En el año 2005 participé en Experiencia Empresa, fui una de las primeras generaciones. Me tocó en el edificio corporativo del Banco Itaú, en Las Condes. Ahora voy a cumplir diez años trabajando […]
“Mi nombre es José Loyola Alvarado, tengo 27 años. Estudié administración de empresas en el liceo técnico Enrique Alvear, de Cerro Navia. En el año 2005 participé en Experiencia Empresa, fui una de las primeras generaciones. Me tocó en el edificio corporativo del Banco Itaú, en Las Condes. Ahora voy a cumplir diez años trabajando aquí.
La Experiencia Empresa consiste en ir unas semanas a trabajar a una empresa cuando estás en tercero medio, para conocer un ambiente laboral, que es totalmente distinto al del colegio.
Yo vivía en Cerro Navia y me tocó ir una semana al edificio de Enrique Foster. Estaba muy nervioso. No sabía cómo iba a ser el ambiente ni cómo iban a tratarme. Pero a la vez estaba ansioso, porque quería conocer a la gente, el día a día. Al final, fue como una familia. En la oficina me hicieron parte de sus reuniones, de sus proyectos. Nunca pensé que el ambiente financiero iba a ser tan cálido.
Esa semana trabajé con gráficos y planillas excel, pero también aprendí la responsabilidad del trabajo, que si hay distintas opiniones estas se conversan, que no se trabaja por obligación, sino para aportar a una empresa con lo que uno sabe.
Antes yo quería estudiar pedagogía en educación física. En Experiencia Empresa me cambió el switch, pensé ¿por qué no puedo yo trabajar en un banco el día de mañana?
Eso fue en tercero medio. En cuarto era el último año de especialidad e hice la práctica profesional en el Banco Itaú, también en Enrique Foster. La Experiencia Empresa me sirvió para la práctica, porque yo ya sabía cómo tenía que comportarme en un ambiente laboral.
Cuando terminé la práctica, en junio de 2007, me llamaron. Ahí me integré al área de Delivery del Banco Itaú. Llegué sin saber nada. Ahora soy el Supervisor de Operaciones.
Cuando ya estuve contratado, saqué el título de Técnico en Administración, en el ICEL. Trabajaba de día y estudiaba de noche. En estos diez años en el banco he ido creciendo. Tengo responsabilidades, veo otras cosas. Me han retenido económicamente. Para el próximo año estoy evaluando estudiar Ingeniería en Finanzas.
Cuando uno está en el colegio piensa que por vivir en Cerro Navia o en comunas discriminadas uno va a ganar el mínimo o va vivir el día a día. Si uno busca alternativas y aprovecha oportunidades como Experiencia Empresa, descubre que independientemente de donde venga, uno tiene las capacidades para aportar. Con esfuerzo, no eres menos que nadie para vivir una vida sin sufrir penurias.
A los jóvenes que van a comenzar su Experiencia Empresa les diría que traten de absorber el máximo conocimiento en el menor tiempo posible. Si les piden una tarea y la terminan, exijan otras. Son apenas unas semanas, pero en ellas se adquieren conocimientos que sirven para el resto de la vida”.
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