13 diciembre, 2016
Este año se desencadenó la indignación de la opinión pública por la muerte de Lissete Villa Poblete, el 11 de abril, dentro de un Centro de Reparación Especializada de Administración directa (CREAD Galvarino) del Sename Hay más casos. El de una pequeña de tan solo 9 meses, que murió el 24 de enero, producto de […]
Este año se desencadenó la indignación de la opinión pública por la muerte de Lissete Villa Poblete, el 11 de abril, dentro de un Centro de Reparación Especializada de Administración directa (CREAD Galvarino) del Sename
Hay más casos. El de una pequeña de tan solo 9 meses, que murió el 24 de enero, producto de la aspiración de su propio vómito. La dejaron encerrada con candado en una habitación con otros bebés y lloró sin que nadie la escuchara.
Entre 2005 y 2016 han fallecido 1.113 niños y niñas bajo la tutela del Estado. Según el último balance de gestión del Sename, existen 97 mil niños, niñas y jóvenes que se encuentran en el Centro de Reparación Especializada de Administración Directa y 9.800 en centros administrados por hogares privados. Por ende, hay alrededor de 12 mil, niños y jóvenes en sistema residencial.
Los estudios de la Unicef señalan que más de la mitad de los niños y jóvenes internos en el Sename han sufrido abuso sexual. Por otra parte, pocos trabajadores hacen su labor con cariño y de corazón, además, la gran mayoría no cuenta con los requisitos académicos, ni la experiencia laboral mínima para cumplir sus labores, y por si fuera poco, los centros no cuentan con la cantidad necesaria de educadores de trato directo, que deben ser 1 por cada 7 usuarios en sistema de turnos.
Todos estos casos prueban que el Estado debería generar un plan efectivo que permita rediseñar la institución. Una medida urgentes es designar espacios diferentes para los internos que tienen problemas de conducta y legales-
El gobierno actual inyectó $2.500 millones para la Institución, sin considerar que si bien el ámbito financiero es relevante, en este caso no es lo central, ya que el deterioro del Sename, se ve reflejado en las nefastas condiciones que viven los niños y niñas internos, producto de las malas decisiones que se han tomado respecto a la administración y gestión de las políticas públicas insertas en esta institución.
No existe mucha voluntad de cambiar esta historia, de salir a manifestarse a las calles. Es ejemplificador que a la última convocatoria en contra del Sename hayan asistido tan solo 100 personas y que a una marcha a favor de la marihuana asistan miles y miles de manifestantes.
El Sename no es una institución confiable para el resguardo de niños, niñas y jóvenes en riesgo social. Como un joven ciudadano, hago un llamado a alzar la voz, a estar pendientes y no olvidarnos de estos niños y jóvenes quienes son víctimas de este mal sistema que ha demostrado la ineficacia de esta institución que no da la respuesta frente a una necesidad urgente y transversal que debe funcionar independientemente del gobierno de turno.
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