5 datos para entender mejor el proyecto contra el “adoctrinamiento”
El pasado lunes, la ministra Marcela Cubillos anunció, entre otras medidas, un proyecto de ley contra el “adoctrinamiento” que busca aumentar los castigos a “los establecimientos que incurran en abusos y que desarrollen política partidista, vulnerando los derechos de los niños y niñas”. Al respecto, nos parece importante aportar con información clave para que la […]
El pasado lunes, la ministra Marcela Cubillos anunció, entre otras medidas, un proyecto de ley contra el “adoctrinamiento” que busca aumentar los castigos a “los establecimientos que incurran en abusos y que desarrollen política partidista, vulnerando los derechos de los niños y niñas”.
Al respecto, nos parece importante aportar con información clave para que la ciudadanía pueda abordar este debate y formar su juicio. A continuación, 5 cosas que debes tener en cuenta para entender mejor el proyecto contra el “adoctrinamiento”:
1. Qué entendemos por adoctrinar
“Podemos entender ‘adoctrinamiento’ como un proceso sistemático y planificado de formación de personas en torno a una ideología. Confundirlo con manifestaciones que son respuesta a una evidente crisis social es impreciso, omite el rol de la escuela en la formación ciudadana y el pensamiento crítico, y además generaliza y plantea como problema una situación que debe resolverse de manera pedagógica, no punitiva”, dice la profesora e investigadora de Educación 2020, Loreto Jara.
Además, es importante no depositar la responsabilidad de las manifestaciones de los estudiantes en las escuelas, porque incluso los más pequeños son capaces de percibir lo que está pasando afuera y de repetir lo que aprenden en la casa o ven en medios de comunicación. “Aumentar los castigos”, entonces, no parece ser el mejor mecanismo para abordar el sentir de las comunidades ni el acontecer nacional.
2. Ya hay institucionalidad para investigar y sancionar
El artículo 19, número 11 de la Constitución, dice: “La enseñanza reconocida oficialmente no podrá orientarse a propagar tendencia político partidista alguna”, es decir, ya existe normativa e institucionalidad para sancionar a los establecimientos que incurran en esta falta. En esa misma línea, si algún familiar siente que un establecimiento ha realizado actividades fuera de la ley, lo que corresponde es hacer una denuncia ante la Superintendencia de Educación, institución que tiene el deber de investigar y, según el resultado, sancionar a las escuelas. En los casos que se mencionan para apoyar el proyecto, las escuelas arriesgan multas de hasta $28 millones.
Por otra parte, cabe mencionar que el Ministerio de Educación no tiene facultad de determinar qué y cómo se enseña. Efectivamente, el Mineduc realiza propuestas de Bases Curriculares y Programas de Estudio, que luego son observados, rechazados y aprobados por un organismo autónomo: el Consejo Nacional de Educación, en el Currículum Nacional.
“No solo no parece adecuado hablar de “aumentar los castigos”, porque no creemos que ese sea el enfoque correcto para avanzar en una mejor educación para todos, sino que además, parece tremendamente descontextualizado y desconectado de lo que está pasando en el país”, dice Alejandra Arratia M.
3. Hablemos de violencia, pero en serio
Sorprende el uso del concepto de “violencia” para referirse a estos casos, sobre todo teniendo en cuenta la crisis social por la que atraviesa nuestro país hace ya más de un mes, donde hemos podido ver estudiantes siendo víctimas de distintos tipos de violencia (pérdida de ojos, disparos con balines y otras violaciones de su integridad física y sicológica).
Y no sólo se trata de una violencia reciente, sino más bien sistemática y en temas muchas veces menos visibles: hoy tenemos estudiantes de cuarto básico que creen que hay cosas que ellos pueden aprender y estudiantes de octavo que estarían de acuerdo con una Dictadura o que creen que la violencia es un medio válido para resolver conflictos.
En esa línea, “hoy más que nunca el foco de nuestro sistema educativo debiera estar en desarrollar una educación más humana, con el fin de formar seres humanos integrales”, explica Arratia.
4. El rol de la educación en la crisis que atraviesa el país
Las demandas sociales que se escuchan en las manifestaciones con más fuerza desde el 18 de octubre tienen que ver con un sistema más digno, centrado en la humanidad y en la justicia.
Por lo mismo, hoy es hora de reconocer el rol clave que tiene la educación en la formación para la democracia y la ciudadanía, para la convivencia en diversidad, para el conocimiento y respeto irrestricto de los Derechos Humanos, y para formar personas capaces de analizar crítica y autónomamente el acontecer nacional. “Es en el sistema educativo donde se forman las personas que construyen la sociedad que queremos para nuestro país, y desde esa perspectiva quisiéramos que esa fuera la reflexión que convoca a las escuelas en este momento crucial para nuestro país”, agrega la directora Ejecutiva de Educación 2020.
5. Lo que esperamos de las autoridades
Produce una profunda desazón que nuestras autoridades de educación estén poniendo foco y esfuerzo en aumentar castigos para las escuelas ante situaciones que ya están normadas, mientras la ciudadanía pide a gritos cambios sustantivos en todos los derechos sociales.
“Este es el segundo anuncio que ha hecho el Mineduc desde que estalló la crisis, después de los ‘cabildos’, donde lamentablemente se restringe el tema a la admisión vía SAE y que no son autoconvocados sino que son una iniciativa del gobierno, y en ambos casos nos parece que van en la dirección incorrecta”, profundiza Alejandra Arratia.
Lo que esperamos de nuestras autoridades, sobre todo en una cartera tan fundamental como es Educación, es que el foco esté en avanzar hacia mejoras en calidad, en una formación que permita a todos los y las estudiantes el desarrollar las habilidades para enfrentar los desafíos del futuro. Avanzar en una educación donde las comunidades trabajen desde la colaboración, en vínculo con lo que pasa en sus territorios, abordándolo desde lo pedagógico para hacerlo parte de la formación que entregan.
“Desde Educación 2020 reconocemos la oportunidad histórica que vivimos para construir un mejor futuro desde la educación, pero desde una nueva educación: más humana, donde todos los y las estudiantes tengan las oportunidades para desarrollarse, y donde se enseñe a mirarnos y valorarnos como iguales”, concluye Arratia.